Reseña histórica del centro de estudios bahá’ís de Lliria

El centro bahá’í de estudios de Liria es un establecimiento religioso cultural perteneciente a la Comunidad Bahá´í de España, que lleva funcionando desde el año 1971. Durante ya cerca de 40 años se han celebrado allí reuniones nacionales y numerosos encuentros internacionales, a veces con participantes de más de 30 países, con el propósito de estudiar conjuntamente y de concienciar a cuanta más gente posible de que la humanidad a pesar de tantas diferencias aparentes no es más que un pueblo. El fundador de la Fé Bahá’í, Bahá´u´lláh, ha destacado: “La tierra es un solo país y la humanidad sus ciudadanos”, y que las distintas religiones son en realidad como un solo árbol, plantado en el terreno de la Voluntad Divina, cuyas ramas se han extendido en toda la tierra con distintos nombres.

En los años 50 y 60, la Fe Bahá´í era una recién llegada a España; los pocos creyentes de todo el país se reunían en casas de alguna familia en unas ciudades y otras, pero el aumento gradual del número de creyentes hizo esto ya poco posible.

Después de la primera Escuela Nacional de Juventud de España que se celebró en el Centro Bahá’í de Valencia en el año 1966, se percibió ya la necesidad de un lugar más amplio. Entonces a una creyente devota de esta ciudad le vino la idea de iniciar la construcción de un establecimiento con patio y alojamientos, para que los amigos de la comunidad nacional pudieran estar todo el tiempo juntos sin necesidad de ir a hoteles y pensiones; un bahá´í residente en el extranjero se ofreció a cubrir los primeros gastos de compra del terreno y de construcción de los edificios necesarios.

Cuando el proyecto se presentó a la Asamblea Nacional de España y los creyentes se enteraron de ello, muchos se lanzaron a colaborar con un júbilo y una disposición increíbles. Bahá’ís de todas partes del país venían a ayudar a crear jardines y a llevar a cabo distintos trabajos en el terreno y en los edificios. A veces venían desde localidades lejanas para trabajar en Liria, y como al principio el Centro carecía de luz, a veces se veía a estos creyentes trabajando a la luz de una linterna hasta medianoche, para terminar de plantar árboles o para realizar alguna obra de albañilería.

Estas muestras de amor y servicio han seguido durante todos estos años con el mismo fervor, de manera que incluso hoy día la dirección, la administración, la preparación de programas, todo el trabajo de la cocina (cocinar, servir y fregar), la jardinería y el mantenimiento de los alojamientos es realizada por voluntarios. Es interesante ver además cómo muchos jóvenes de la comunidad bahá’í nacional dedican cada año su tiempo de vacaciones con enorme entusiasmo y alegría a trabajar y servir en Liria.

Como se puede ver, el Centro de Estudios de Liria no ha sido solo un proyecto inteligente, sino un acto de devoción y servicio conectado con mucho sacrificio personal, y así ha podido seguir en la misma línea con los servidores del establecimiento siempre dispuestos a ofrecer hospitalidad y comodidad a todos sus visitantes, especialmente a los de menos recursos con un precio mínimo posible.

El Centro Bahá’í de Estudios de Liria de hoy día, con un espacio de 16 mil metros cuadrados, ya no es aquella Escuela de hace 40 años. La generosidad y la dedicación de otros creyentes ha ayudado a extender los diferentes espacios, como el salón de reuniones, el comedor y los dormitorios, de tal manera que hoy el establecimiento es capaz de alojar a unas 160 personas y de alimentar a más de 200 participantes.